
Los restos del colectivero Daniel Barrientos, asesinado durante un asalto en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, eran velados este lunes por la noche en una cochería del partido de La Matanza con la presencia de familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo de la víctima.
El velatorio comenzó a las 20, en la sala funeraria «Nuestra Señora del Valle», ubicada en el kilómetro 20 de la ruta 3, de Gregorio de Laferrere, en dicho partido del sudoeste del conurbano.
En la cochería se encontraba uno de los compañeros de trabajo de Barrientos (65), de nombre Jorge, quien contó que por la madrugada, poco antes del crimen, él estuvo con la víctima antes de que esta saliera a hacer su recorrido habitual.
«Estuvimos juntos, yo tomando mate, él un cafecito. Siempre con buena onda», contó Jorge, quien trabaja de colectivero desde hace 29 años.
«Cuando me enteré (que lo habían matado) no podía salir a trabajar», recordó.
Jorge contó que a él le robaron «varias veces», pero que nunca lo lesionaron a pesar de que los asaltaron con armas blancas y de fuego.
El dolor de la hija
La hija de Daniel Barrientos consideró que lo sucedido con su padre «fue un hecho de inseguridad» y que «lo mataron como si nada».
«Fui parte de las fuerzas de provincia (de Buenos Aires), sé como es el trabajo en calle. Me molestó que (el ministro de Seguridad Sergio) Berni haya dicho que fue un ajuste de cuentas. Fue un hecho de inseguridad», dijo este martes a la prensa Andrea Barrientos, en la puerta de la sala donde velan los restos de su padre.
«Lo mataron como si nada», añadió la joven, al asegurar que La Matanza «es bastante jodida» y una zona «conflictiva».
«Ojalá que esta inseguridad una vez se acabe, todos vivimos con miedo», sostuvo.
Por último, Andrea recordó a su padre como «una persona carismática, que siempre tiraba un chiste», y pidió que se lo recuerde como «un hombre alegre».
«Pido que se haga Justicia, que encuentren a los que estuvieron implicados en el asesinado de mi papá y que paguen las consecuencias como debe ser, por eso existe una ley», concluyó.
Por su parte, Isabel, hermana del colectivero, también presente en el velatorio, aseguró que su hermano, cuando hablaba de su trabajo, siempre le decía que «iba zafando» de los hechos de inseguridad.